jueves, 8 de enero de 2009

Spartan Society


En El retorno de los brujos, ese libro en gran parte culpable, por más que muchos lo oculten con temor o vergúenza, de la popularización de las más estúpidas tesis sobre el nazismo esotérico incluso entre gente a la que creemos seria, los autores, Pauwels y Bergier escriben estas líneas cargadas de horror y oscuras premoniciones (que es lo normal en un libro sobre brujos). “Dante, en La Divina Comedia, describe con precisión la Cruz del Sur, constelación invisible en el hemisferio norte y que ningún viajero de su tiempo pudo haber descubierto. Swift, en el Viaje a Laputa, da las distancias y el período de rotación de los dos satélites de Marte, desconocidos en su época. Cuando el astrónomo americano Asaph Hall los descubre, en 1877, y advierte que sus mediciones concuerdan con las indicaciones de Swift, presa de una especie de pánico los denomina Fobos y Deimos: miedo y terror. En 1896, un escritor inglés, M P. Shiel, publica una novela en la que aparece una banda de monstruos criminales que asolan Europa, matan a las familias que consideran perjudiciales al progreso de la Humanidad, y queman los cadáveres. Titula su novela: Las SS.”

Para un lector español esas líneas eran por lo menos numinosas – palabra que no existe en el mundo real y entre la gente que se considera normal, pero sí entre los aficionados a Lovecraft—. tanto más que Shiel era un autor no traducido al castellano y difícil de encontrar incluso en otros idiomas. A veces gran parte del espanto, o del encanto, de una cosa consiste en desconocerla. Ahora Shiel ha sido finalmente traducido a nuestro idioma y podemos leer las líneas que causaron tanto horror a los dos autores franceses para llegar a la conclusión que de horrible nada y de premonitorio poco. Las SS es uno de los cuentos incluidos en el volumen El príncipe Zaleski.

El príncipe Zaleski consiste en tres historias de M. P. Shiel: “La estirpe de los Orven”, “La piedra de los monjes de Edmundsbury” y “La S. E.”, que en inglés se convierte en “The S. S.” (por de Spartan Society).

Esta tercera historia está marcada por el interés la moda que en el momento de ser escrita causaban la frenología y la eugenesia. En ella una sociedad secreta, la Sociedad Espartana, se dedica a asesinar y hacer que parezcan suicidios a una serie de seres importantes pero indignos de vivir. El príncipe Zaleski, es el personaje central del libro, pero no su narrador. Zaleski es un detective aficionado que, en esto si que el autor se adelanta a su época, vive encerrado en su casa, disfrutando de los más decadentes placeres y conduciendo sus investigaciones a través de un amigo-ayudante que es también el narrador de la historia, tal y como como Nero Wolfe vivirá mucho después (con mucho más éxito de ventas).

El príncipe descubre a través de las pautas de conducta de esos falsos suicidios la existencia de ese grupo secreto, desvela sus secretos gracias en parte a la criptografía, puesta de moda entre los detectives de novela gracias a Arsenio Lupin, y logra dar los datos que permitirán, tal vez, que la policía acabe con ella. Nada particularmente numinoso en el cuento… otra historia más de detectives racionalistas, firmemente anclados en el Siglo XIX y en sus ciencias, que sólo ha podido captar la imaginación de algunos aficionados al pseudoesoterismo pseudonazi, por el simple hecho de tener un título sonoro y no estar disponible. Ese último encanto se ha perdido gracias a esta edición.

El libro en cuestión no es un mal libro. Ha envejecido, lo que por lo demás es más normal en las literaturas y géneros populares que en la gran literatura, pero es divertido a la manera de Poe o Conan Doyle y tan poco sorprendente hoy en día como aquellos. Tan horrible se ha vuelto nuestro mundo que los asesinos de esas novelas ya no nos causan horror…


EL PRÍNCIPE ZALESKI
M.P. SHIEL
EDHASA
219 PÁGINAS

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